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martes, 12 de mayo de 2015

La edad Dorada del capitalismo

"La mayoría de los seres humanos se comporta como los historiadores: sólo reconoce la naturaleza de sus experiencias vistas retrospectivamente. Durante los años cincuenta mucha gente, sobre todo en los cada vez más prósperos países «desarrollados», se dio cuenta de que los tiempos habían mejorado de forma notable, sobre todo si sus recuerdos se remontaban a los años anteriores a la segunda guerra
mundial. Un primer ministro conservador británico lanzó su campaña para las elecciones generales de 1959, que ganó, con la frase «Jamás os ha ido tan bien», afirmación sin duda correcta. Pero no fue hasta que se hubo acabado el gran boom, durante los turbulentos años setenta, a la espera de los traumáticos ochenta, cuando los observadores—principalmente, para empezar, los economistas— empezaron a darse cuenta de que el mundo, y en particular el mundo capitalista desarrollado, había atravesado una etapa histórica realmente excepcional, acaso única. Y le buscaron un nombre: los «treinta años gloriosos» de los franceses (les trente glorieuses); la edad de oro de un cuarto de siglo de los angloamericanos (Marglin y Schor, 1990). El oro relució con mayor intensidad ante el panorama monótono o sombrío de las décadas de crisis subsiguientes

Resulta ahora evidente que la edad de oro correspondió básicamente a los países capitalistas desarrollados, que, a lo largo de esas décadas, representaban alrededor de tres cuartas partes de la producción mundial y más del 80 por 100 de las exportaciones de productos elaborados (OECD Impact, pp. 18-19). Otra razón por la que se tardó tanto en reconocer lo limitado de su alcance fue que en los años cincuenta el crecimiento económico parecía ser de ámbito mundial con independencia de los regímenes económicos. De hecho, en un principio pareció como si la parte socialista recién expandida del mundo llevara la delantera. El índice de crecimiento de la URSS en los años cincuenta era más alto que el de cualquier país occidental, y las economías de la Europa oriental crecieron casi con la misma rapidez, más deprisa en países hasta entonces atrasados, más despacio en los ya total o parcialmente industrializados. La Alemania Oriental comunista, sin embargo, quedó muy por detrás de la Alemania Federal no comunista. Aunque el bloque de la Europa del Este perdió velocidad en los años sesenta, su PIB per cápita en el conjunto de la edad de oro creció un poco más deprisa (o, en el caso de la URSS, justo por debajo) que el de los principales países capitalistas industrializados (FMI, 1990, p. 65). De todos modos, en los años sesenta se hizo evidente que era el capitalismo, más que el socialismo, el que se estaba abriendo camino."
Eric Hobsbawm, "Historia del siglo XX"

La publicidad y la propagada fueron una parte esencial del nuevo modo de vida: La "American Way of Life" (Modo de Vida Americano) instaba al consumo, la compra de bienes de lujo y una vida que tendiera al placer. La tecnología avanzaba enormemente con la Guerra Fría, y rápidamente era absorbida por las compañías para crear productos que hicieran la vida más sencilla.

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La Segregación racial

"Iguales, pero diferentes" sería el lema que acompaña a los segregacionistas en diversos países del mundo. El fin de la esclavitud (en el derecho, todos eran libros) en la mayoría de los países occidentales en el siglo XIX no significó un cambio radical de las mentalidades discriminatorias que seguían imperando 100 años después: En países como EE.UU. o Sudáfrica, los negros eran considerados inferiores.
En el caso de EE.UU., los linchamientos eran comunes en el sur, mientras la población negra encontraba que su derecho al voto era anulado o violado en gran parte del país. Las escuelas, cafés, ómnibus y hasta cines estaban separados, con la característica de que los espacios para negros eran siempre de menor calidad.














Sin embargo, hubieron grandes movimientos civiles que buscaron cambiar esta realidad, sobre todo desde los propios negros (aunque también muchos blancos se unieron y sufrieron ataques). Entre los principales líderes se encontraba Martin Luther King, un pastor religioso que pregonaba la no-violencia y fue elegido Premio Nobel de la Paz en 1964, y fue asesinado en 1968 por un segregacionista blanco.
Un ejemplo de esto puede ser visto en la reciente película "Selma"
http://miradetodo.com.ar/video/DOS7777SWHRA/Selma-2014-VER-COMPLETA-ONLINE-1080p-FULL-HD